«Desde el momento en que me condenaron, el confesor ha insistido y amenazado hasta que casi me ha convencido de que soy el monstruo que dicen que soy» Frankestein (Mary Shelley)
Si indiqué en posts anteriores que Hitchcock era el maestro de la curiosidad, el creador de inferencias que provocaban el juego atencional del espectador, y Spielberg era un maestro en generar empatía, es decir en la capacidad de hacernos sentir aquellos que los personajes están viviendo, podríamos decir esta vez que Tim Burton sería el maestro del procesamiento socio-emocional, es decir, de entender un personaje a través de como el grupo social se comporta con él y como éste se sitúa en el mundo.
El cine de Burton tiene una premisa común un personaje incomprendido, incluso a veces excluido. Por tanto, necesitamos entender el contexto para poder entender al personaje, porque éste no es nadie sin el grupo, su propia autodefinición viene dada por la «norma» que rige al grupo al que pertenece.
En este post analizaré qué elementos forman parte de este mundo de Burton en sus películas, cómo muestra el contexto y como genera la empatía incluso en un mundo de fantasía, donde aún con más fuerza debe romper la barrera de la incredulidad para que podamos identificarnos con los personajes de sus películas; sea un chico con manos de tijeras, sea un perro que ha vuelto a la vida, sea una novia cadáver que sueña con ser querida, o sea una niña llamada Alicia que se encuentra fuera de su mundo victoriano y entra en un mundo nuevo donde un sombrerero loco toma el té.
El viaje del Héroe solitario- Tim Burton: Los incomprendidos y la cognición social
La cognición social se entiende como: “la habilidad que tienen las personas para formar representaciones de las relaciones entre uno mismo y los otros, utilizándolas de forma flexible, para así guiar el comportamiento y generar conductas adecuadas según la circunstancia social en la que se encuentre un individuo” (Sanchez-Cubillo, Tirapu Ustárroz, & Adrover-Roig, 2012). Así, la cognición social es fundamental ya que describe los procesos, no sólo los cognitivos, sino también los emocionales, que permiten al individuo actuar de forma apropiada y saber cómo comportarse en cada situación (Adolphs, 2001; Beer y Oschner, 2006; Beer et al., 2006). En las interacciones sociales, conocer lo que otras personas piensan y sienten puede suponer una ventaja enorme para desenvolvernos en ese contexto. No entenderlas nos podría suponer un problema. Podemos verlo en el momento en que Eduardo Manostijeras empieza a interactuar con la gente del barrio.
¿Qué relación encontramos entre la cognición social y el cine de Tim Burton?
El outsider se ha convertido en el héroe arquetípico de la filmografía de Tim Burton. Como él mismo ha comentado, la inspiración para este inadaptado fueron los monstruos de las películas de terror que veía en el cine y en la televisión durante su infancia. Burton ha hecho del inadaptado social una premisa dramática propia. Este elemento común viene dado por la misma incomprensión que el cineasta percibió durante su infancia.
“Crecí sintiendo pesar sobre mí el juicio de los demás, que todo el mundo es juzgado, catalogado por la sociedad. Eso me parece bastante nocivo. Es por este motivo que yo era tan receptivo a todos esos films de terror. En Frankenstein, La mujer y el monstruo, o en King Kong, las criaturas son percibidas como monstruos, pero nunca aquellos que las persiguen. (…) Eso da miedo. Es algo contra lo cual he intentado luchar durante toda mi existencia. Es tan nocivo como el racismo, el cual no es más que uno de sus aspectos.” (Tim Burton)
1- ETIQUETAJE SOCIAL
Como vemos en sus propias palabras, Burton habla sobre “catalogado por la sociedad”, hay una definición de los demás hacía un individuo. Hablar de estos conceptos nos acerca a la psicología social o la sociología. Según la perspectiva del Interaccionismo simbólico, las personas que se desvían de la norma, con la ruptura de las reglas del grupo social son etiquetados como outsiders.
Este etiquetaje social provocará que el individuo reorganice la percepción de sí mismo asumiendo la nueva definición que los demás dan de él. Es decir, podemos encontrar dos tipos de identidades de nosotros mismos, la individual, aquella que tiene que ver con nuestra definición de nosotros, de nuestro «yo», y por otro lado, la identidad social, aquella que los demás, o la propia sociedad nos da, y ambas se retroalimentan, ¿Pero que sucede si la definición social que nos dan los demás de nosotros mismo es negativa? Que nos podría acercar al estigma, un concepto desarrollado por Erving Goffman, definido como una marca social negativa usada para definir a una persona.
El estigma se convierte en un rol dominante del individuo, y todos los aspectos y conductas estarán condicionados por esta perspectiva, creando una distorsión biográfica conocida como etiquetaje retrospectivo. Es decir, si alguien nos etiqueta como «raros», finalmente nosotros mismos nos definiremos así. Esto hará que todas nuestras conductas sociales se vean influenciadas por esta categoría. Nos aislaremos, sentiremos inseguridad en grupo, nos sentiremos incomprendidos, nos sentiremos solos….Este etiquetado como estigma conforma al individuo tal como se le califica, de modo que alguien puede convertirse en un delincuente porque los demás afirman que lo es. Así ocurre con Eduardo Manostijeras, que se vuelve peligroso al ser considerado como tal por el vecindario del barrio. O con Sweeney Todd, un ciudadano honrado y feliz a quien un juez convierte en un asesino en serie al acusarle injustamente de criminal, con el único fin de arrebatarle a su esposa.
Burton indica: “los freaks no siguen las mismas reglas que la gente normal. Hay una extraña libertad que es sólo accesible a ellos. Y hay un tema que realmente me fascina: las diferentes nociones de realidad que tiene la gente»
2- PERCEPCIÓN DE «LO REAL»- ¿QUÉ ES LA REALIDAD?
Volvemos a ver en sus palabras la reivindicación de la individualidad, de la idiosincrasia, no hay una única forma de ver la realidad, la percepción de lo que creemos de los demás es solo eso una percepción, incluso la definición de nosotros mismos es subjetiva. Y en sus películas juega con estas visiones diferentes de ver el mundo a través de diferentes ojos, los que siguen la «norma» y los que la rechazan. (Incluso utiliza técnicas, colores, todo aquello que haga diferenciar la luz de la oscuridad).
Podemos ver que el aislamiento social produce diversas reacciones en los personajes de Burton. Algunos de sus personajes crean un mundo diferente de fantasía donde se encuentran más cómodos que en la realidad, como el niño Vincent y Victor Frankestein; Otros huyen de él como Lydia Deetze en Beetljuice, la adolescente incomprendida por sus padre y la sociedad, que encuentra un refugio en un mundo de fantasmas, pero finalmente todos acaban acercándose al grupo mayoritario. Intentan encajar, como Edward a la zona residencial donde intentar ser uno más y acaba lastimando de forma involuntaria a todo aquello que se acerca,; otros intentan conocerlo como Jack Skellington que se siente un extraño en su propia ciudad y que ve una luz en otro mundo al que no pertenece pero que le parece extraordinario; o intentan adaptarse como Alicia intentando comportarse dentro de la aburrida vida victoriana.
Asistimos a un intento de integración, seguido por un rechazo de la sociedad y una toma de conciencia o aprendizaje. Esta toma de conciencia de su condición nos acercaría a un concepto de metacognición. Es decir a una autorregulación de aquello aprendido. Son capaces de evaluar el entorno de forma diferente, de verse a ellos mismos con otros ojos aunque eso no signifique finalmente que el personaje se transforme. Autoregulan su propia definición de ellos mismos a través de la cercanía a un nuevo mundo, a una nueva situación.
Como dice Solaz (2003) «El mundo de Burton es el mundo de los outsiders, de los personajes que se encuentran en la periferia de la sociedad. Sus héroes, perpetuamente ingenuos e infantiles, están psicológicamente asustados, son malinterpretados por la sociedad y presentan un comportamiento involuntariamente perturbador. Son figuras que trastornan la sociedad y la moralidad convencional. Tim Burton acostumbra a reivindicar la diferencia a través de estos personajes excéntricos, víctimas de la intolerancia establecida por una supuesta normalidad.»
3– AFECTACIÓN CEREBRAL DEBIDO AL AISLAMIENTO RECIBIDO
El aislamiento social, más en la infancia, puede llegar a provocar trastornos psiquiátricos. Según un estudio realizado por Harvard Medical School en Boston y publicado en la revista Science algunos problemas cognitivos y de comportamiento podrían deberse a este poco contacto con el entorno social. La separación del individuo del entorno social impide que se produzca la cantidad necesaria de mielina, una lipoproteína del cerebro que ayuda a procesar la información de forma adecuada. El descubrimiento principal fue ver que existía un «periodo critico» en el que se produce la formación normal de la mielina en el córtex prefrontal. Esto provocaría una función cognitiva y social «normal» en la edad adulta, y suele comenzar tres semanas después del nacimiento.
La experiencia, es decir, el aprendizaje con el entorno además se nutre del papel activo de las células gliales, entre las que encontramos los oligodendrocitos y que ayudan a recibir los inputs del exterior y participan en la configuración del circuito cerebral. Al no recibir la interacción necesaria con el entorno hace que disminuya la capa de mielina de las fibras nerviosas de los oligodendrocitos lo que ralentiza la interacción social y la memoria a corto plazo. ¿Entonces que les sucedería estos personajes que aún no estando en la edad crítica se aíslan del mundo como el pequeño Vincent? Dificultará que tenga las herramientas necesarias para desenvolverse en un entorno social, y también fomentará, por tanto, una retroalimentación de la descripción negativa de ellos mismos. Un personaje que claramente se transforma con el contacto social es Willy Wonka que sería uno de los pocos outsiders que tiene un proceso de transformación claro gracias a Charlie.
Por otro lado, la inadaptación social es una situación más enraizada en los sentimientos que en la razón, mientras que el aprendizaje del mundo implica el desarrollo de destrezas cognoscitivas, el aprendizaje de cómo debemos comportarnos en ese ámbito es una experiencia afectiva.
No podemos separar las interacciones sociales de las emociones, es por ello que encontramos dos formar de procesos en las conductas sociales: una totalmente innata, involuntaria que surgiría de forma automática solo con observar al otro, a sus gestos, mirar a sus ojos, su comunicación no verbal, y que proviene de información aprendida de acción-reacción que sería la forma básica de la empatía. Son procesos automáticos.
Y por otro lado, tenemos capacidades adquiridas, contextuales, que incluyen las ideas de «autoregularización» del comportamiento y de las emociones. Este segundo grupo (emociones morales o secundarias, mentalización, toma de decisiones, etc..) incluyen procesos que serian propios del ser humano. Es decir, somos capaces de adaptar nuestra conducta según la situación. Estos dos procesos fueron definidos por Ralph Addops , 2001.
Burton nos muestra estas dos características a través de diferentes metodologías que nos hacen entender de forma más directa como se siente el personaje excluido y el por qué se comporta así, algo que los demás del grupo de personajes no son capaces de ver muchas veces.
4- METODOLOGÍAS DEL CINE DE BURTON PARA MOSTRAR LAS EMOCIONES DE SUS PERSONAJES
La primera parte se basaría en ese proceso innato social de reconocimiento y entendimiento de la conducta social. Este proceso a nivel cinematográfico es usado en la narrativa de forma muy simple a través de primeros planos y primerísimos planos de los ojos del actor. Un estudio realizado por Hasson et al., (2004) en el que a través del visionado de la película “The Good, the Bad and the Ugly” (Sergio Leone, 1966), mostró en qué momento del visionado los picos con mayor actividad se producían en el giro fusiforme relacionada con el reconocimiento de caras y expresiones emocionales. Sergio Leone utiliza muchos primeros planos en esta película, esto fomenta la conexión directa del espectador con las emociones básicas. En este primer proceso innato, no necesitaríamos más información para entender lo que está pensando o sintiendo el personaje porque somos capaces de entenderlos directamente sin mayor información.
Tim Burton usa míticos primeros planos de sus personajes en diferentes momentos narrativos significativos. Y además le da mucha importancia a los ojos, incluso resaltándolos con maquillaje o haciendo unos grandes ojos a personajes animados. Esto nos ayuda a entender y/o predecir la conducta posterior del personaje y posicionarnos más en su mundo.
5- PROCESAMIENTO SOCIOEMOCIONAL DE LOS PERSONAJES DE BURTON
Una vez entendemos claramente de forma automática las emociones del personaje, esa soledad, esa incomprensión, ¿Cómo llegamos también a entender a veces su oscuridad? Un nivel de análisis que nos presenta un acercamiento a una respuesta es el modelo de Kevin Ochsner (2008) que propone un marco general denominado “flujo del procesamiento socioemocional». Este modelo se basa en diferentes procesos que intervienen y que nos ayudan a entender a los demás. En este caso, sólo me centraré en dos puntos. La inferencia de bajo nivel y la inferencia de alto nivel.
La experiencia bajo nivel sería la indicada anteriormente como innata genera principalmente por las neuronas espejo (en el post de Spielberg podéis saber más sobre este tema). Y el siguiente proceso de inferencias de alto nivel, incluyen una comprensión simbólica de eso que observamos considerando el contexto, la información semántica y episódica y que permite dar respuestas mucho más adaptativas en entornos ambiguos. Estos entornos ambiguos son los que nos harían comprender conductas de otros complejas. Esto es lo que nos acercaría a entender por qué somos capaces de entender, sentir lo que les pasa a personajes animados.
El hecho de que podamos entender las emociones básicas del personaje tiene que ir más allá porque nuestro cerebro es complejo y actúa como un todo. Necesitamos saber hasta que punto esa emoción dentro del contexto es coherente. La presentación de un personaje ambiguo hace que a través de diferentes piezas vayamos acabando con la incertidumbre, y entendamos su locura. Y más teniendo en cuenta que hablamos de personajes en un mundo onírico o de fantasía que aún hace distanciarse más a través de la «suspensión de la incredulidad» que fomenta que los espectadores sientan las emociones y la situación del personaje como propias aún sabiendo que están visionando una película, es decir, algo irreal. (Esslin, 1982). En esta segunda fase es cuando necesitamos saber en el cine de Tim Burton donde se posiciona el personaje dentro de la sociedad, del entorno, qué piensan los otros, qué piensa de si mismo y como esa emoción mostrada tiene una coherencia dentro de la narrativa.
En conclusión, en Tim Burton tenemos presencia del uso de ambas inferencias, las innatas y las complejas, porque quiere que entendamos al personaje incomprendido desde su mirada, desde su realidad, tanto activando nuestro sistema empático innato como ayudándonos a través de las motivaciones del personaje y de las acciones de «los otros». De esta forma, nos acerca a un cine lleno de elementos socio-afectivos donde es imposible separar las emociones del contexto social, del individuo y la sociedad, del «monstruo» y del «mundo».
BIBLIOGRAFÍA
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- Adolphs, R. (2008). Fear, Faces, and the Human Amygdala. Current opinion in neurobiology, 18(2), 166-172. https://doi.org/10.1016/j.conb.2008.06.006
- Raz, Gal & Hendler, Talma. (2014). Forking Cinematic Paths to the Self: Neurocinematically Informed Model of Empathy in Motion Pictures. Projections. 8. 10.3167/proj.2014.080206.
- Solaz, L. TIM BURTON Y LA CONSTRUCCIÓN DEL UNIVERSO FANTÁSTICO (2003) https://www.tdx.cat/handle/10803/10310
- Figuero, J. Los inadaptados de Tim Burton.
- Manabu Makinodan, Kenneth M. Rosen, Susumu Ito, Gabriel Corfas. “A Critical Period for Social Experience–Dependent Oligodendrocyte Maturation and Myelination”. Science. Vol. 337.