Cuando hablamos del concepto «Friki» nos vienen connotaciones a veces negativas debido al uso indebido que se ha ido realizando a lo largo de los años. El ser humano tiende a categorizar y a excluir aquello que no entiende o no comparte. El «nosotros» y el «ellos», tal y como indica Tafjel en las teorías de categorización social, acaba formando un prejuicio y creando estereotipos que nos condicionan, tanto en la forma de ver el mundo como en la forma de vernos a nosotros mismos. Y como dijo la investigadora VIvien Burr «Debemos cuestionar la manera como nos han enseñado a mirarnos y a mirar el mundo. Debemos poner en duda si nuestra mirada aprendida es una imagen fiel a la realidad».

Gran parte de nuestra sociedad, todavía entiende la diferencia como desestabilizadora, como «algo opuesto a la norma». Norma sin la cual se deduce que el mundo sería un caos. Por tanto, la exclusión al diferente, tiene que ver con un pensamiento social compartido de «que la norma es lo bueno, lo positivo, lo ideal». En este sentido, muchas campañas que pretenden la integración de la diferencia siguen marcadas de prejuicios indirectos.

Friki es una palabra que procede del inglés freak, que significa extraño, extravagante, estrafalario. Podemos decir que, desde una perspectiva sociológica, friki es aquella persona inusual, fuera de lo corriente, normalmente interesada u obsesionada con un tema, afición o hobby. Friki es también alguien que destaca por sus gustos o aficiones poco comunes, y que generalmente se desentiende de los gustos y aficiones de la mayoría.

Todos recordamos películas en qué el peculiar, el friki, el geek, es aquél con una vida social limitada, extraño y centrado en su mundo. Más que centrarnos en la integración, deberíamos centrarnos en la deseintregración de la barrera que divide los asimétricos entre lo normal – bueno- y lo diferente – no bueno-. El trabajo está en reconstruir la identidad social. Aceptar la diferencia es, en primer lugar, abandonar los prejuicios, los estereotipos y las generalizaciones sobre los diferentes. En segundo lugar, aceptar y respetar a cada persona con sus limitaciones y capacidades, con sus vicios y virtudes, con su forma de ser y ver el mundo.

Es cierto que en los últimos años, podríamos decir que ser friki se ha puesto de moda, y ha disminuido por tanto los prejuicios hacia este término o categoría social. ¿Pero no es contradictorio que un concepto que se basa en la diferencia acabe formando parte del mainstream y de la moda?

Desde que la saga de Peter Jackson ‘El señor de los anillos’ se convirtiera en el referente de todos los blockbusters que siguieron todo dio una vuelta inesperada. La trilogía recaudó miles de millones y llevó la fantasía al terreno del mainstream. Diez años después de ‘Iron Man’, el cine se rige por los superhéroes. Y Disney pasó de ir en decadencia a comprar la franquicia ‘Star Wars’.  Nunca antes el límite entre la cultura “friki” y la cultura dominante ha sido tan difuso.

Desde la televisión también se ha tratado el tema con series como ‘The IT Crowd’ y ‘The Big Bang Theory’ que satirizaban un mundo que se estaba volviendo más visible aunque finalmente se basaban en estereotipos, e incluso se exageraban rasgos.

Por tanto, es un hecho que el ser «friki» se ha puesto de moda, aquellos que una vez me insultaban en el patio hoy en día compran a sus hijos el guantalete de Thanos. Ser friki ahora es más fácil, marcar la diferencia no lo es tanto, porque el mismo concepto sigue teniendo una serie de estigmas: poca vida social, les cuesta interactuar, está siempre con sus aficiones, etc…

El ser friki, el ser diferente, es ser valiente, es ir a contracorriente en un mundo que lo corriente es la norma. Por tanto, no te definas por una palabra, no seas friki, geek, normal, sé tu mismo. Porque la diferencia es tu individualidad, tu idiosincrasia.

Y en este blog me gustaría invitaros a mi mundo peculiar, a mi diferencia y os animo a conservar y mantener la vuestra, no es sino la innovación o el atrevimiento lo que acaba cambiando el mundo. #poderfriki


Rubio Arribas, Fco. Javier; Soria Breña, Ramón J. La construcción social de la diferencia
Nómadas, núm. 7, Universidad Complutense de Madrid, 2003.

 

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1 Comentario
  • Ángel GARCÍA RIOL
    enero 1, 2021

    Buena reflexión, me quedo por aquí, ya me he apuntado a tu newsletter. Ser friki es más fácil?? Es imposible estar al día de todo. Del anime desistí y me centré en un par de géneros. Es abominable ser friki en estos tiempos… Acabas saturado o tienes más tiempo que horas tiene el día para ponerte al día de todo… Lo dicho, me voy a dar un paseo por tu blog para empezar bien el año.

    • MissFriki_Drakarys150483
      febrero 15, 2021

      ¡Hola! Perdóname que he visto el comentario ahora. Pues ser friki es más que nada, caro jejeje porque como te dé por coleccionar diversas cosas y encima estar al día pues es un poco complicado para el bolsillo. Pero, yo creo que lo ideal es tener tus preferencias y disfrutarlas a tope. Y sí, el tiempo escasea aunque ahora con el confinamiento y las restricciones es momento de ponerse friki nivel pro. Un saludo.

  • Nuevo.mordor@gmail.com
    septiembre 5, 2021

    Hace tiempo llevo dándole vueltas a la misma idea, si ahora todos y todas son funs de lo que antes era nicho de unos pocos…

    También hay que saber distinguir entre la persona consumidora de contenidos y la frikie, y se distingue por la cantidad de conocimiento que tiene sobre el tema, por ejemplo, los artículos de Harley Quinn y Joker, muestran un conocimiento del tema que te encumbra en el frikismo, como ejemplo.

    Gran trabajo

    • MissFriki_Drakarys150483
      septiembre 18, 2021

      ¡Hola!
      Gracias por tus palabras. Creo que tienes razón, el consumismo hace que pierda la esencia de lo que en base era el frikismo. Alguien que va a contracorriente, que le apasiona mucho una temática y tiene conocimientos sobre ello. Aunque al final todos nos volvemos unos coleccionistas simplemente por el hecho de que es casi imposible huir de la persuasión del consumo. Esto me recuerda un poco al debate de Umberto Eco sobre el mass media y la cultura popular, en lo que llamaba apocalípticos e integrados, aquellos que creían que los medios de comunicación de masas acabarían con la cultura o aquellos que creían que gracias a ellos todos tendrían acceso a ella. Yo creo que es bueno haber abierto la puerta a dar naturalidad al frikismo y hacerlo hasta «mainstream» pero por otro lado es malo el hecho de que no vayan más allá de la «moda» y no se profundice un poco en ello. De nuevo, gracias por tus palabras.

  • Óscar Vade
    noviembre 24, 2021

    Me encanta tu disertación del concepto Friki.
    Yo siempre me he considerado friki, es malo? Para nada el ser diferente es de valiente y leer Comics, algo que antes estaba como mal visto, ahora es la moda, es malo? Pues tampoco, eso ayuda mucho a esa industria y permite que se sigan editando.
    Y si, soy Friki!! 😉

    • MissFriki_Drakarys150483
      diciembre 2, 2021

      Gracias por comentar. Exacto, la moda sólo hace que haya más consumo. El único problema es que no se caiga en la explotación del mundo del cómic en el sentido de por querer gustar a todo ese nuevo público bajen la calidad o se muevan más por intereses económicos y no artísticos. Pero que haya aumentado el consumo creo que es positivo y más si la gente ya no ve «raro» a los que nos gustan los cómics. Frikis al poder jejeje